El colágeno es una proteína esencial para el cuerpo humano, ya que proporciona estructura a la piel y fortalece los huesos, según el portal Healthline.
En los últimos años, los suplementos de colágeno han ganado popularidad, siendo la encargada de, entre otras cosas, brindarle a la piel diferentes características como la luminosidad, elasticidad y firmeza; sin embargo, con el envejecimiento, el cuerpo disminuye su producción o se va desgastando, por lo que es necesario el consumo de algunos alimentos que le brindan al organismo las cantidades necesarias para suplir su deficiencia.
Aunque es algo que no se puede evitar, sí existen algunos mitos sobre la edad exacta en la que se deja de producir esta proteína; aunque muchos creen que es a los 25 años, expertos coinciden en señalar que, si bien disminuye la producción, no se detiene del todo. Esta proteína segregada por las células del tejido conjuntivo llamadas fibroblastos, constituye alrededor del 30 % de la masa proteica total del organismo, y el 80% del tejido conectivo total. Adicionalmente, la proteína hace la función de adhesivo en todo el cuerpo, por lo que ejerce un papel vital en la absorción de nutrientes.
De ahí la importancia del colágeno en el cuerpo humano, ya que brinda fortaleza y buena unión a todos los tejidos y articulaciones, además de los beneficios que tiene para la piel, tendones, músculos, o incluso huesos, ayudando en la movilidad y elasticidad a la hora de realizar movimientos, y así evitar daños o dolores. Las proteínas son esenciales para la formación y reparación de tejidos, incluyendo los huesos y los dientes. El pollo es una gran fuente de proteínas, que proporciona los aminoácidos necesarios para la síntesis de colágeno, una proteína estructural clave presente en el sistema óseo.
El pollo es una fuente importante de vitaminas del complejo B, como la niacina, la vitamina B6 y la vitamina B12. Estas desempeñan un papel esencial en el metabolismo óseo y la formación de glóbulos rojos, que transportan oxígeno a los tejidos óseos y dentales. Un alimento muy versátil, por lo que es posible realizar una variedad de preparaciones que complementan una dieta saludable. Se puede usar en ensaladas, gratinado, frito, cocinado, entre otras recetas.
Lo importante, es nunca consumirlo crudo. Sin embargo, una de las formas en las que se puede aprovechar sus beneficios y aporte de colágeno es a través de la utilización directa de la piel, que, gracias a su constitución, además de grasas, lo vuelven proteínas principales de colágeno, según el portal de la Fundación Dialnet.
Por su parte, otra parte muy consumida del pollo para obtener los anteriores beneficios son las patas. Según un estudio realizado por la Universidad Nove de Julho en Brasil reveló que las patas de pollo son una excelente fuente de colágeno. Estas extremidades inferiores del pollo contienen cartílagos, tendones y huesos que son ricos en esta proteína.
En aproximadamente tres o cuatro patas de pollo, que equivalen a unos 100 gramos, se pueden encontrar alrededor de 17 gramos de colágeno, de los cuales el 70 % corresponde a esta proteína. Para aprovechar los beneficios del colágeno presente en las patas de pollo, el portal Gastrolab recomienda prepararlas en caldo o sopa, combinándolas con verduras. Antes de cocinarlas, es importante lavar bien las piezas y retirar las plumas y uñas.
Aunque parte del colágeno se disuelve durante la cocción, el consumo final sigue siendo beneficioso. Por lo tanto, no es aconsejable desechar los caldos resultantes, sino conservarlos, preferiblemente congelados, para utilizarlos en preparaciones posteriores. Es importante tener en cuenta que el consumo de patas de pollo debe ser moderado debido a su contenido de grasa. Se recomienda incorporarlas puntualmente en la dieta y no consumirlas en exceso.
FUENTE:
www.semana.com